LINEA AMARILLA PROYECTO DE LA DISCORDIA
No se van. Familias de la margen izquierda del río Rímac dicen que proyecto las perjudica. Para iniciar las obras la Municipalidad de Lima tendría que retirar primero a más de 2,500 viviendas, en las que se calcula residen más de 7 mil familias. Proyecto
Luis Neyra O.
La incertidumbre, la pena y la angustia son los sentimientos que abundan y se reflejan, desde hace varios meses, en los rostros de los vecinos que habitan en la margen izquierda del río Rímac.
José Luis de la Cruz (60), Agapito Charique Félix (84) y María La Rosa Mendoza (45) son algunos de ellos y el motivo de ese rictus en sus caras se debe al temor de que uno de estos días los fuercen a dejar las casas que tanto trabajo les costó construir. Y esto pasaría cuando la Municipalidad Metropolitana de Lima defina la fecha para la construcción de la llamada Vía Expresa Línea Amarilla, un megaproyecto vial que unirá la Vía de Evitamiento con el Callao pasando por debajo del Río Hablador.
La nueva vía comprende una distancia de 9 kilómetros. A ello se suman los 16 kilómetros de la Vía de Evitamiento que también forman parte del proyecto, en su operación, mejoras y administración. Asimismo se estima construir ocho viaductos o puentes elevados, además de tres by pass y dos intercambios viales.
En pie de lucha
Pero para la ejecución de este ambicioso proyecto se tendrá que reubicar a más de dos mil 500 viviendas (unas siete mil 500 familias) que se encuentran entre la Av. Universitaria y la Av. Alfonso Ugarte, zona considerada inhabitable por Defensa Civil ya que ahí hay construcciones con más de 40 años de antigüedad, de tres niveles (muchas de ellas con sótanos) que soportaron los dos terremotos más fuertes que el país recuerde.
“No me voy a ir. Esta es mi casa y nadie me la puede quitar pues es el esfuerzo de mis padres”, señaló Lucía Flores (51).
De ese mismo pensamiento es Teresa Escalante viuda de Molina (85), quien refiere que su esposo se demoró más de 30 años en construir un hogar digno para sus hijos y nietos, así como en conseguir el título de propiedad.
“Ahora nos vienen con esta locura de querer sacarnos. No lo voy a permitir”, expresó.
¿Buen negocio?
Luis Valverde, abogado y representante legal de los diez asentamientos humanos que se verían afectados, informó que desde hace varios días algunas de las familias que se verían perjudicadas han recibido un documento de la empresa que financiará la obra: Lamsac, para negociar, entre otros aspectos, la reubicación.
“A la fecha solo a un grupo de vecinos le han ofrecido reubicarlos en otra zona del Cercado de Lima, sin embargo, las condiciones de este beneficio –dice– las rechazamos porque de acuerdo a la constitucion no es posible reubicacion solo expropiacion”.
Según Lamsac, se construirán edificios que –aseguran– tendrán todo el concepto de vivienda saludable donde vivirán las familias que aceptaron ser reubicadas. Las primeras viviendas estarán ubicadas en Jr. Acomayo Nº 201, cerca del Boulevard de Las Malvinas de la Av. Argentina. Si bien esta oferta se vuelve de lo más tentadora pues viene con título de propiedad incluido y a costo cero, muchos no estarían de acuerdo por una serie de desventajas.
Keila de la Cruz (39) indicó que le han ofrecido reubicarla en un departamento, con todos los servicios básicos, áreas verdes y seguridad, en un área que asegura es menor a la de su casa. “Mi propiedad es de dos pisos con sótano y viven dos familias. Si me van a reubicar debe ser en un ambiente en el que entremos todos y que sea proporcional al costo de la vivienda que hemos construido”, expresó.
Cuestiona el proyecto
Al respecto, el congresista Daniel Abugattás sostuvo que la Municipalidad de Lima “sin ningún tipo de consulta ni comunicación declaró inhabitable esta zona y paralelamente firmó un contrato de concesión para la construcción del proyecto Línea Amarilla”.
“¿Con qué derecho se les quita a los pobladores su casa para que una empresa transnacional haga un negocio sin pagarles el justo precio y sin compensar el daño que significa sacarlos de manera intempestiva?”, se preguntó.
En tanto, la posición de los moradores se mantiene firme y aseguran que no se irán sin importar si la sangre llega al río.
Cifras
600 millones de dólares costará la construcción del megaproyecto vial.
3 km de la vía pasarán por debajo del río Rímac, por ser un área monumental.
Obra vial tendrá un peaje
Lamsac recuperará su inversión a través del cobro del peaje una vez entregadas las principales obras. El modelo financiero que se estableció con el derecho de recaudación del peaje de la Vía de Evitamiento implica asumir todos los costos de mantenimiento, operación y mejoras.
El túnel debe realizarse por debajo del río Rímac debido a que esa zona es considerada como Zona Monumental del Centro Histórico de Lima.
Así fue declarado por la Unesco desde 1991, por lo que no se pueden construir nuevos puentes ni vías aéreas, además de que estos no podrían soportar una carga vehicular mayor.
Esta solución también se ha aplicado en Santiago de Chile, donde se usó un túnel vial para evitar el Centro Histórico y descongestionar el tránsito existente.
Luis Neyra O.
La incertidumbre, la pena y la angustia son los sentimientos que abundan y se reflejan, desde hace varios meses, en los rostros de los vecinos que habitan en la margen izquierda del río Rímac.
José Luis de la Cruz (60), Agapito Charique Félix (84) y María La Rosa Mendoza (45) son algunos de ellos y el motivo de ese rictus en sus caras se debe al temor de que uno de estos días los fuercen a dejar las casas que tanto trabajo les costó construir. Y esto pasaría cuando la Municipalidad Metropolitana de Lima defina la fecha para la construcción de la llamada Vía Expresa Línea Amarilla, un megaproyecto vial que unirá la Vía de Evitamiento con el Callao pasando por debajo del Río Hablador.
La nueva vía comprende una distancia de 9 kilómetros. A ello se suman los 16 kilómetros de la Vía de Evitamiento que también forman parte del proyecto, en su operación, mejoras y administración. Asimismo se estima construir ocho viaductos o puentes elevados, además de tres by pass y dos intercambios viales.
En pie de lucha
Pero para la ejecución de este ambicioso proyecto se tendrá que reubicar a más de dos mil 500 viviendas (unas siete mil 500 familias) que se encuentran entre la Av. Universitaria y la Av. Alfonso Ugarte, zona considerada inhabitable por Defensa Civil ya que ahí hay construcciones con más de 40 años de antigüedad, de tres niveles (muchas de ellas con sótanos) que soportaron los dos terremotos más fuertes que el país recuerde.
“No me voy a ir. Esta es mi casa y nadie me la puede quitar pues es el esfuerzo de mis padres”, señaló Lucía Flores (51).
De ese mismo pensamiento es Teresa Escalante viuda de Molina (85), quien refiere que su esposo se demoró más de 30 años en construir un hogar digno para sus hijos y nietos, así como en conseguir el título de propiedad.
“Ahora nos vienen con esta locura de querer sacarnos. No lo voy a permitir”, expresó.
¿Buen negocio?
Luis Valverde, abogado y representante legal de los diez asentamientos humanos que se verían afectados, informó que desde hace varios días algunas de las familias que se verían perjudicadas han recibido un documento de la empresa que financiará la obra: Lamsac, para negociar, entre otros aspectos, la reubicación.
“A la fecha solo a un grupo de vecinos le han ofrecido reubicarlos en otra zona del Cercado de Lima, sin embargo, las condiciones de este beneficio –dice– las rechazamos porque de acuerdo a la constitucion no es posible reubicacion solo expropiacion”.
Según Lamsac, se construirán edificios que –aseguran– tendrán todo el concepto de vivienda saludable donde vivirán las familias que aceptaron ser reubicadas. Las primeras viviendas estarán ubicadas en Jr. Acomayo Nº 201, cerca del Boulevard de Las Malvinas de la Av. Argentina. Si bien esta oferta se vuelve de lo más tentadora pues viene con título de propiedad incluido y a costo cero, muchos no estarían de acuerdo por una serie de desventajas.
Keila de la Cruz (39) indicó que le han ofrecido reubicarla en un departamento, con todos los servicios básicos, áreas verdes y seguridad, en un área que asegura es menor a la de su casa. “Mi propiedad es de dos pisos con sótano y viven dos familias. Si me van a reubicar debe ser en un ambiente en el que entremos todos y que sea proporcional al costo de la vivienda que hemos construido”, expresó.
Cuestiona el proyecto
Al respecto, el congresista Daniel Abugattás sostuvo que la Municipalidad de Lima “sin ningún tipo de consulta ni comunicación declaró inhabitable esta zona y paralelamente firmó un contrato de concesión para la construcción del proyecto Línea Amarilla”.
“¿Con qué derecho se les quita a los pobladores su casa para que una empresa transnacional haga un negocio sin pagarles el justo precio y sin compensar el daño que significa sacarlos de manera intempestiva?”, se preguntó.
En tanto, la posición de los moradores se mantiene firme y aseguran que no se irán sin importar si la sangre llega al río.
Cifras
600 millones de dólares costará la construcción del megaproyecto vial.
3 km de la vía pasarán por debajo del río Rímac, por ser un área monumental.
Obra vial tendrá un peaje
Lamsac recuperará su inversión a través del cobro del peaje una vez entregadas las principales obras. El modelo financiero que se estableció con el derecho de recaudación del peaje de la Vía de Evitamiento implica asumir todos los costos de mantenimiento, operación y mejoras.
El túnel debe realizarse por debajo del río Rímac debido a que esa zona es considerada como Zona Monumental del Centro Histórico de Lima.
Así fue declarado por la Unesco desde 1991, por lo que no se pueden construir nuevos puentes ni vías aéreas, además de que estos no podrían soportar una carga vehicular mayor.
Esta solución también se ha aplicado en Santiago de Chile, donde se usó un túnel vial para evitar el Centro Histórico y descongestionar el tránsito existente.
El sabado 6 de Julio estoy invitado a la asamblea poblacional Huascaran, a las 12m.
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